Acta Única Europea (1986-1993)
En los días 17 y 28 de febrero de 1986, se firmó en Luxemburgo y La Haya el Acta Única Europea, que entró en vigor el 1 de julio de 1987 y que tuvo como objetivo un amplio programa de seis años, hasta el 1 de enero de 1993.
Estaba destinada a erradicar las trabas impuestas a la libre circulación de mercancías a través de las fronteras de la UE y da origen al mercado único. Además, permitía ampliar los casos de voto por mayoría cualificada, reforzó el papel del Parlamento Europeo, y amplió las competencias comunitarias (en particular, en los ámbitos económicos y monetarios) del medioambiente y de la investigación, sin olvidar que oficializó la existencia del Consejo Europeo y consagró la cooperación en política exterior.
Como acontecimientos históricos, cabe destacar que, el 9 de noviembre de 1989, se produce un vuelco político importante cuando se derriba el muro de Berlín y, por primera vez en 28 años, se abre la frontera entre las dos Alemanias, lo que lleva a su unificación en octubre de 1990.
En esta época se culmina la creación del mercado único europeo, con las cuatro libertades de circulación: mercancías, servicios, personas y capitales.
También en la década de los 90 se aprueban dos tratados importantes: el Tratado de Maastricht y el Tratado de Ámsterdam.
Tratado de Maastricht (1992-1995)
El Tratado de Maastricht, conocido actualmente como Tratado de la Unión Europea (TUE), fue firmado el 7 de febrero de 1992 y entró en vigor el 1 de noviembre de 1993.
Comprende tres ámbitos, conocidos como «pilares». El primero agrupa las actividades tradicionales y los procedimientos de trabajo de las tres organizaciones de la Unión: la Comunidad Económica Europea (CEE), la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) y el tratado constitutivo de la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom). El segundo pilar se refiere a la política exterior y de seguridad común (PESC), y el tercero, a la cooperación en el ámbito de la justicia y los asuntos de interior (JAI).
Los aspectos más destacados de este tratado son el asentamiento de las raíces de la unión económica y monetaria, y los criterios para su utilización. Además, constituye la base jurídica de nuevas políticas comunes de la Unión y refuerza las competencias del Parlamento Europeo. Otro de los aspectos más característicos es la introducción del concepto de ciudadanía de la Unión: se considera como ciudadano a «toda persona que ostente la nacionalidad de un Estado miembro», y se atribuye a este el derecho a la libre circulación y residencia en los Estados miembros y a la participación en las elecciones municipales del Estado en el que resida.
El Tratado de Maastricht será perfeccionado por el Tratado de Ámsterdam de 1997, que afrontaba una reforma de las instituciones como consecuencia del Acuerdo de Schengen y los nuevos Estados admitidos. Además, se imponía como objetivo crear un espacio de libertad, seguridad y justicia común, y se abogaba por continuar desarrollando una economía común en la Unión.
Mientras se sucedían ambos tratados, se unen tres países más, en 1995: Austria, Finlandia y Suecia.
Tratado de Ámsterdam (1997-1999)
El Tratado de Ámsterdam, firmado el 2 de octubre de 1997, supuso una modificación del Tratado de la Unión Europea (TUE) y entró en vigor el 1 de mayo de 1999.
Este tratado establece por primera vez determinadas disposiciones que autorizan a una serie de Estados miembros a recurrir a las instituciones comunes para que entablen una cooperación reforzada; también fortalece los poderes del Parlamento, con la extensión del procedimiento de codecisión y de sus poderes de control, y prevé la apertura de negociaciones para llevar a cabo las reformas institucionales necesarias con la perspectiva de la ampliación (composición de la Comisión, del Parlamento y voto en el Consejo), con el objetivo de preservar el carácter democrático y la eficacia de una estructura que contará con más de 20 miembros.
Los ciudadanos se preocupan por la protección del medioambiente y por la actuación conjunta en asuntos de seguridad y defensa.
Tratado de Niza (2000-2006)
Con el comienzo del siglo XXI, llega el Tratado de Niza, firmado el 26 de febrero de 2001.
Este tratado, que entró en vigor el 1 de febrero de 2003, modifica el Tratado de la UE, los tratados constitutivos de las Comunidades Europeas y determinados actos conexos, los cuales adjudican más poderes legislativos y de control al Parlamento y amplían a un mayor número de ámbitos la votación por mayoría cualificada en el Consejo.
Sin duda, el euro fue uno de los grandes acontecimientos en la Unión Europea. Cuando, en 2004, 10 nuevos países se incorporan a la UE, seguidos por Bulgaria y Rumanía en 2007, las divisiones políticas entre la Europa del Este y la del Oeste se dan por zanjadas definitivamente. La crisis financiera sacude la economía mundial en septiembre de 2008.
La larga trayectoria de la Unión y la existencia de un gran número de tratados y convenios anexos exigían una cierta reformulación de la estructura jurídica de la organización. Con este objetivo, surge la idea de establecer una constitución europea que aúne las principales normas comunitarias. Sin embargo, algunos Estados rechazaron su ratificación, por lo que se optó por una nueva reforma de los tratados anteriores, que se llevó a cabo a través del Tratado de Lisboa.
Tratado de Lisboa (2007- actualidad)
Este tratado, de 13 de diciembre de 2007, que aporta instituciones modernas y métodos de trabajo más eficientes a la UE, es ratificado por todos los Estados miembros antes de su entrada en vigor en 2009.
El Tratado de Lisboa es el acuerdo internacional clave para la construcción europea. En su articulado, se da un mayor peso al Parlamento Europeo, con la atribución de nuevas competencias legislativas. Gracias a este tratado, es el Parlamento quien elige al presidente de la Comisión, que es el órgano ejecutivo de la Unión Europea.
Otro de los puntos clave de este tratado es el otorgamiento a la Unión de personalidad jurídica propia. Esta facultad es la que le permite firmar acuerdos internacionales. Además, prevé un procedimiento formal para los Estados miembros que quieran retirarse de la UE, y refuerza la democracia y la protección de los derechos fundamentales.
La Unión Europea es, hoy en día, una de las organizaciones internacionales más importantes del mundo. Desde sus inicios, ha crecido en influencia hasta convertirse en una referencia mundial por haber conseguido un nivel de integración entre los Estados miembros sin precedentes en el plano internacional. Para llevar a cabo su labor, la Unión cuenta con un marco institucional compuesto por siete instituciones: